25 oct 2010

Fútbol Sala: un deporte en crecimiento

Si bien todavía no cuenta con la difusión necesaria para dar el gran salto a la popularidad, el Futsal adquiere año tras año más repercusión en la escena del deporte nacional. Apoyado en bases netamente amateurs, clubes de barrio y el esfuerzo de mucha gente que trabaja desde el anonimato, se construye una disciplina con grandes objetivos a futuro. 


El Futsal en Argentina

Desde 1986 la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) regula el torneo de fútbol sala. El reglamento, que se aplica a los Torneos de Primera y Segunda División, es elaborado por la FIFA. En muchos países, como es el caso de España o Brasil por citar algún ejemplo, la palabra Futsal es sinónimo de profesionalismo, y esto se ve reflejado en sus torneos domésticos y seleccionados. En cambio, en nuestro país, la realidad es otra.



En AFA, la estructura del deporte está dividida por regiones. Si bien el sector de mayor jerarquía se sitúa en Capital Federal y el Gran Buenos Aries donde compiten 48 clubes (16 en Primera, 32 en Segunda División), existen en el interior ligas muy competitivas como la de Rio Grande (Tierra del Fuego) y Rosario (Santa Fe).

Pinocho, un ejemplo a seguir

El club más ganador de los últimos tiempos es Pinocho, una institución del barrio porteño de Villa Urquiza que no sólo es profeta en su tierra (ganó las 2 ediciones del Torneo Nacional), sino que también en el exterior, ya que finalizó varias veces en el tercer puesto de la Copa Libertadores. Este equipo, ejemplo en lo dirigencial y deportivo, a basado sus logros en un fuerte trabajo realizado desde las divisiones inferiores: la institución cuenta en Primera División con un gran número de jugadores que han tenido una formación desde pequeños en el Futsal; algo por demás común en países profesionales, pero que aún no sucede en todos los clubes argentinos.

Igualmente en el caso de Pinocho hay una ventaja, y es que el club tiene sus instalaciones en Capital Federal, ciudad donde el fútbol sobre pista tiene más historia. Entonces, para ir a un ejemplo más claro y concreto donde se puedan observar a grandes rasgos los avances del deporte, es que nos centramos en Unión Ezpeleta, el club más sureño del Gran Buenos Aires.

Unión Ezpeleta, un verdadero club de barrio

Ahí, como en tantos otros barrios, es más difícil que los jugadores que integran el primer equipo se hayan formado en esta disciplina y no en futbol de 11 jugadores. Estos argumentos exponía Marcelo “Pichi” Calahonra en una entrevista realizada el año pasado en “soydeargentina.com”. En ese momento Unión no realizaba una buena campaña y Calahonra, el experimentado jugador ezpeletense, se refería a que el futuro del club sería mucho más prospero cuando varios de los chicos que venían jugando en inferiores llegaran a primera. En la actualidad el equipo está haciendo la mejor campaña desde 2004 (año que ingresó a la actividad) y cuenta con cuatro jugadores, que en 2007 fueron campeones en Quinta División (inferiores).

Cuando el deporte y los valores humanos van de la mano

En cada temporada, tanto el campeonato de Primera como el de Segunda División se hacen más competitivos. Los equipos entrenan cada vez más y los técnicos están siendo capacitados constantemente, aunque claro está, que no todo se rige por resultados. Al menos en las divisiones inferiores, se pregona por la perseverante enseñanza tanto de conceptos técnicos y tácticos, como valores en el orden competitivo y de la vida.

Los técnicos de las categorías menores de cada club tienen como misión formar futuros jugadores para la Primera División, pero su misión principal se basa en formar buenas personas que entiendan que este deporte (a pesar de llevarlo a cabo con responsabilidad y compromiso) no es más que un juego,  una diversión, y debe ser tomado como tal.

 

  • Nota de Opinión
Mucho más que un deporte

No es justo catalogar sólo al fútbol profesional como la  práctica exclusiva del buen fútbol. O creer que la esencia y la pasión de este deporte sólo se trasmite cuando se miden entre sí equipos de once jugadores. Tener esa noción acerca de lo que es el fútbol, es tener una óptica totalmente errónea. El Futsal (fútbol sala) puede dar fe de que la esencia del fútbol va más allá de lo profesional.

A pesar que, en la Argentina, es un deporte amateur, se juega respetando normas y reglas. Y además se vive con mucha intensidad y emoción,  por ende, genera entusiasmo e interés en un público mucho menor que el profesional pero no menos pasional, en absoluto.

El Futsal no es un deporte de segunda categoría, al contrario,  se lo puede considerar una disciplina federal por excelencia. La intervención de la AFA en los torneos de todo el país, muy positiva por cierto, argumenta el ejemplo anteriormente nombrado. Y el acierto dirigencial de agrupar a los mejores equipos de todo el país en un Torneo Nacional anual con una sede prefijada aumenta aún más el desarrollo.

Así cada vez más chicos se van acercando a los clubes para disfrutar, aprender y crecer junto con esta disciplina.


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