8 sept 2010

"Fue un milagro de San Martín"

Por Renso Denda

El partido había terminado hacia poco menos de una hora y por los pasillos del Monumental se podía oír todavía a algún hincha festejando. La lluvia torrencial que azotaba a la Capital Federal seguía inundando la cancha de River, y bajo ese contexto, el por entonces técnico del seleccionado, Diego Armando Maradona, se disponía a enfrentar a los periodistas para instalar otra de sus frases celebres. “Fue un milagro de San Martín”, sentenció.

No, Diego no se refería al prócer ni al volante central que supo dominar el mediocampo de Banfield. El “Pelusa” le estaba rindiendo un humilde homenaje a la actuación de Martín Palermo.

Si, al “Titán”. El mismo TIBURÓN DEL AREA que supo convertir su gol 100 en el futbol argentino con los ligamentos cruzados rotos, el mismo al que se le cayó una tribuna celebrando un tanto para el Villareal o el mismo que anotó un gol de cabeza desde 40 metros, había, esta vez, desviado un centro de Federico Insúa, a segundos del final del encuentro contra Perú por la anteúltima fecha de las eliminatorias, para clasificar al seleccionado a disputar el mundial de Sudáfrica.



¿Quién no recuerda donde estaba en ese momento? ¿Quién no se fundió en un abrazo eterno con la persona que tenía a su lado y quedó difónico de tanto gritar ese gol que no olvidaremos nunca?

Martín Palermo, el de los milagros, el de la película de las mil escenas, lo había hecho de nuevo. Aunque esta vez, no se conformó con hacer delirar solamente a la MITAD + 1. Esta vez quiso hacer delirar a todo un país.

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